¡Buenos días! A lo largo de esta Cuaresma, hemos querido acompañar cada jornada con una imagen que nos recordara un versículo del evangelio de cada día. Objetos sencillos, familiares, presentes en nuestra casa, en el trabajo, en la calle… que nos han servido de ventana para descubrir a Dios presente en lo que vemos a diario. Como en Nazaret, hemos intentado reconocer a Dios en lo cotidiano: escuchar la Palabra que nos habla en lo que vemos cada día, y desde ahí dejarnos transformar. Hoy ponemos punto final a esta oración compartida. Mañana, con el Domingo de Ramos, comenzamos la Semana Santa. Es tiempo de silencio, de contemplar, de vivir con intensidad y profundidad. Que sepamos reconocer el Amor de Dios en los brazos de Jesús, abiertos en la cruz. Con la alegría y la luz de la Resurrección volveremos con una nueva propuesta de oración. Un fuerte abrazo, Equipo de Pastoral Familia Sa-Fa